lunes, 17 de mayo de 2010

La Biblia no es un libro de ética.

En esta oportunidad quiero explicar lo que señalé en una clase de teología sobre la Biblia. Afirmé que la Biblia no es un libro de ética y posteriormente me enteré de que se me criticó diciendo que lo que señalé era equivocado, la Biblia sería presuntamente un libro de ética ya que estaba llena de preceptos éticos. 

Para aclarar mi afirmación creo que es necesario, en primer lugar, señalar que la Biblia no es un libro sino un conjunto de libros. Tomando como ejemplo el Nuevo Testamento podemos ver que en algunos de los libros que lo componen lo que prevalece es el relato (los cuatro evangelios) mientras que en otros prevalece la argumentación (las epístolas) o las imágenes simbólicas y míticas (el Apocalipsis). Es decir, es difícil establecer una unidad homogénea en la Biblia por lo que es más difícil aun afirmar que la Biblia es un libro de ética o un libro de doctrina, como afirman algunos. 

En segundo lugar es necesario entender qué quise decir con la palabra ética. Muchas veces la palabra ética se utiliza como sinónimo de la palabra moral, esto es, como un conjunto de costumbres, creencias y valores de una persona o cultura. Sin embargo, para mayor claridad, es mejor establecer una distinción entre estas dos palabras. Cuando yo hablo de ética hago referencia a una reflexión de orden teológico o filosófico que es posterior a la moral. Si la moral nos indica cuáles son o deben ser las costumbres, creencias o valores de una cultura, comunidad o persona, la ética se pregunta por el fundamento o explicación racional de tal moral o de tal prescripción de una determinada moral. Desde esta perspectiva se puede afirmar que la Biblia es un conjunto de libros que efectivamente prescriben determinadas costumbres, creencias y valores que una persona asume voluntariamente por causa de su seguimiento de Jesús pero, desde mi perspectiva, la Biblia no contiene ética, es decir, no busca fundamentar racionalmente el por qué de la moral cristiana (si existe la moral cristiana y cuál es esta debe ser algo a debatir). Es decir, la Biblia no contiene ética pero si contiene moral.

En tercer lugar, como explique anteriormente, yo no niego que en la Biblia se presenten enseñanzas morales, lo que si niego es que la Biblia sea un libro, o un conjunto de libros, de moral. La mayoría de los evangélicos leen la Biblia como si esta fuera un libro de moral. Citan textos bíblicos como si cada versículo fuera un artículo de un código de normas morales. Afirman que esto es bueno y esto es malo, que esto es lo que un cristiano debe hacer y esto lo que no debe hacer citando textos bíblicos o indicando supuestos principios morales que se pueden extraer de la Biblia de forma clara y precisa.

La Biblia no es un código moral, no es un libro escrito para saber normas perennes, la Biblia tampoco es un libro de doctrina, no es un libro escrito para indicarnos que enseñanzas debemos afirmar incondicionalmente y corregir o condenar a aquel que no las acepta. El conjunto de libros que componen la Biblia son escritos de personas que tienen fe en Dios y quieren comunicar esta fe que poseen. Algunos de estos escritos son relatos, muchas veces simbólicos, que no se agotan en un sentido específico ni menos en un supuesto principio bíblico de tipo moral. Otros escritos son cartas ocasionales con propósitos específicos para comunidades de fe específicas. Si hay algo que podríamos afirmar de toda la Biblia es que ella es el testimonio del encuentro que los Judíos y primeros cristianos tuvieron con Dios y con Jesús. Testimonio de la interacción con Dios y de las preguntas, búsquedas y situaciones que aquel encuentro suscitó. La Biblia no es código ni doctrina, sino que, para aquellos que hoy se hacen parte de esa interacción con Dios, la Biblia es el relato real y ocasional de aquellos hombres y mujeres que desde el pasado también nos comunican su encuentro con lo divino.

sábado, 1 de mayo de 2010

Seguirle a lo profano

En el último tiempo se me hace difícil ver la presencia de Dios y Jesús en las celebraciones religiosas o en los ámbitos comúnmente denominados sagrados. Esto a tal punto que ya no me es necesario pertenecer a una iglesia establecida o institucional desde el año pasado. Creo que no soy el único en este aspecto, deben de haber más personas que han abandonado los lugares y ámbitos supuestamente sagrados porque ya no ven a Dios allí. Me pregunto entonces: si Dios no esta allí ¿dónde esta? Según el Evangelio de Marcos la única manera de ver a Jesús Resucitado es seguirle hacia lo profano. A Jesús sólo le ve como resucitado en Galilea, no en Jerusalén. Galilea de por si es profana, pero Jesús esta allí haciendo realidad el Reino de Dios, por lo que aunque para nosotros y la mayoría de la gente de su tiempo Galilea siga siendo profana, es, en realidad, la mayor manifestación de lo sagrado. 

¿Compartes mis sentimientos y afirmaciones anteriores?
¿Dónde esta Galilea hoy? ¿Dónde se hace realidad el Reino de Dios en la actualidad? ¿Quiénes son las personas que lo están haciendo realidad?
¿Estas tú en Galilea, por qué?
¿Es necesario hacer algo especial para ver en lo profano lo sagrado? ¿Qué cosa o cosas?